Diría que es un milagro. Gracias a esta tecnología, en la que el óvulo fertilizado artificialmente de mi esposa se colocó en el útero de otra mujer con mi propio esperma, nos convertimos en padres. Todo se hizo bajo la estrecha supervisión de médicos e investigadores, por lo que estábamos seguros en cada etapa de que todo saldría bien. Por sí mismo, el concepto de
subrogación gestacional sugiere que la gestante es solo un "portador" del niño, nada más. Entonces todos los genes serán tuyos.